Matías
Cuello tenía 24 años, vivía con su mujer, Florencia Trías de 19 y con su hija
de 6 meses en una casa que alquilaban en Manuel Alberti, Pilar, al norte del
conurbano. Pero al parecer no era una familia feliz. La violencia estaba
presente desde hacia tiempo, varias
veces Matías fue golpeado por Florencia, ya que era muy celosa y no quería que
Matías tuviera contacto con su propia familia.
Por
esa misma causa la pareja discutía aquel 15 de abril de 2012, ya que el día
anterior Matías había estado en un asado en la casa de su hermana, celebrando
el cumpleaños de su sobrino. Enojada Florencia le tiró agua hirviendo a su
pareja, quien recibió graves heridas, agonizó con la mitad de su cuerpo quemado
por 20 días, y finalmente murió.
Luego de estar prófuga un par de días, Trías se entregó a
la policía, permaneció detenida en una comisaría y finalmente fue beneficiada
con la prisión domiciliaria.
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